viernes, 11 de mayo de 2012

2012 - Anarquilandia: hacia el país de la anarquía


 


Anarquilandia: hacia el país de la anarquía

Recientemente escuché en algún medio, que la inseguridad no solo se refería a los delitos del crimen organizado y todo lo que conlleva, sino también incluía la inseguridad doméstica: los asaltos, los secuestros y los robos a la propiedad privada. Solo cuando las estadísticas te alcanzan en forma directa es que tomas conciencia de ellas.

Hace un par de años, a un amigo le robaron su camioneta nueva, producto de trabajo y esfuerzo y no pudo hacer nada porque sencillamente, a “unos delincuentes” les gustó su camioneta y decidieron llevársela. Después de un proceso largo de denuncias, declaraciones y demás trámites en la procuraduría y otros organismos  que se supone están dedicados a resolver estos casos,  encontrar a los culpables y finalmente darles su merecido. Se quedó solo en eso, en un montón de papeles y trámites.  En aquel entonces, él confiaba en que la investigación y las autoridades iban a hacer algo. No pasó nada.

El día de ayer volvió a pasar, unos vecinos fueron víctima de la delincuencia doméstica si es que el término existe y fueron robados por un par de delincuentes, de buen ver, esto dicen los vecinos.
El robo ocurrió a plena luz del día, aprovechando que era el día de las madres y es bien sabido que muchas madres suelen salir este día.  Encontraron el momento ideal para entrar a la casa, invadir y robar lo que más les convenía: joyas y dinero. Los aparatos eléctricos pesan  y son difíciles de mover y disimular. La casa fue totalmente volteada y saqueada de los tesoros de estas personas.

Cosas materiales, quizás no de un gran valor económico ¿o si? Pero el despojo y la manera en que todos los cajones, y cosas fueron arrojados al piso, movidos por el dinamo de la prisa y de la indiferencia, denota el grado de salvajismo de estos seres. Lo robado quizás solo les dé unos cuantos miles, en alguna casa de empeño o peor aún con los compradores de oro por gramaje sin escrúpulos.

Ayer decía la señora  --Las cosas como sea, es el sentimiento de que te han despojado, de que alguien entró a tu intimidad y sin ningún cuidado te quitó “lo tuyo”, sé que las cosas materiales no son importantes--… pero mi  afirmación apunta a decir que sí son importantes,  cómo tasas un anillo de compromiso guardado por más de 50 años, que ya no se usa, porque los dedos engrosaron con el trabajo de ama de casa y el cuidado de una familia a través de los años, qué precio tiene un juego de aretes que te dió tu padre con gran cariño cuando eras una adolescente,  hoy desaparecido ya hace muchas décadas y solo te queda su recuerdo, cómo devuelves aquellos relojes comprados con tanto esfuerzo y guardados porque ya no se usan, porque eres un jubilado y ya no hay donde lucirlos,  pero que por ser de oro se vuelven atractivos para un delincuente.

Cómo cotizas  “todas las chucherías” que haz guardado, porque son regalo del esposo, de los padres, de los hijos, de los nietos, de los amigos y vecinos, ¿Cómo cotizas esto, qué precio le pones?
El gramaje de oro en el mercado del empeño, quizás paga 100 pesos por gramo de oro de 14k, no lo sé. No hay cotizador, ni precio para el ultraje, para la vejación.

Son cosas, es cierto, pero ¿Por qué alguien maligno y quiero llamarlos así, irrumpe en una casa a hacer esto?

Los delincuentes, según palabras de los vecinos han estado “robando “en la zona, parecen muchachos bien, ya que andan vestidos con buena ropa, no se ven malencarados, ¿Es que acaso se necesita ser feo para ser delincuente? Pero así son los prejuicios, aprovechando de su buen tipo se dedican a robar, quizás sean oriundos de esa colonia de clase media, o quizás sean uno más de esos “ninis”, con mil justificaciones por no tener trabajo, ni estudiar, o quizás son drogadictos, y quieren dinero fácil para su consumo de drogas ,que por supuesto no han de ser “monas de tonsol”, o simplemente les gusta el mal, como aquellos perversos muchachos en “Funny Games” de Haneke, que solo hacían el mal por diversión.

La segunda parte de la historia, comienza cuando se les pregunta a los señores si quieren avisar a la policía, después de mucha conversación la respuesta fue  --No, para qué, otros vecinos han avisado y no han hecho nada, y como sé qué ellos (la policía) no están coludidos, cómo voy a dejar entrar en mi casa a unos policías a ver que se robaron y como la dejaron, para que conozcan el caminito y que tal que sean ellos mismos.--
Ante tales argumentos, no sin el dolor de sentirse demasiado vulnerables y desprotegidos, decidieron no denunciar, asegurar la casa y comprar alarmas y candados  para que por lo menos la irrupción de un malviviente no sea tan fácil.

Después de mucho reflexionar, me quedé pensando, cómo es posible que hayamos caído en semejante estado de anarquía, donde el respeto y credibilidad de las instituciones de poder y bienestar público ya no existe, donde el ciudadano común desconfía de las autoridades y de la policía.
Donde, cuando vas caminando por la noche y ves una patrulla, en vez de sentirte segura, te cruzas a la acera de enfrente, por miedo a que los policías te hagan algo.

¿Cómo hemos caído en este estado, somos responsables los ciudadanos?  Cuando cada mes puntualmente contribuyes al bienestar social y al mantenimiento de estas instituciones con el pago de tus impuestos, por qué los impuestos que pagamos no pueden garantizarnos seguridad y confianza, pero más allá, certeza de que vivimos en una sociedad regida por la ley y no todo lo contrario.

Si piensas en modelos a escala, no es difícil imaginar el dolor y traumas que deben producir en el individuo, actos delictivos de mayor crueldad y salvajismo, tales como el secuestro, el asesinato, las desapariciones, la trata de blancas, el abuso de niños, ¿Cómo se le hace para superar esto, hay alguna fórmula?

En tiempos actuales, tan de moda por las campañas políticas en curso, se oyen mil y una propuestas de muchos colores y sabores, pero cuál candidato aboga o propone un modelo de confianza ciudadana, de credibilidad en las instituciones, de retorno al país del orden, del respeto social y admiración del organismo del estado.
Es que eternamente seguiremos habitando el nuevo país de anarquía que existe hoy.

La tercera parte es igual de fuerte, en un sistema de desconfianza total qué sigue: El individuo haciendo justicia por su propia mano, sin ningún respeto por las leyes o la justicia. La vieja Ley del Oeste, si me dañas, te daño. ¿Se vale impartir justicia personalmente? No estamos muy lejos de este panorama.

Solo me queda la esperanza de que nuestra supervivencia y resiliencia sea suficiente para seguir engendrando confianza en esta nueva región de Anarquilandia.


1 comentario:

Hugo Sierra dijo...

Cuando las estadisticas nos alcancen !!! oye suena bien como título de un libro ... lástima que en este país la mayoría de los ciudadanos no leen libros, solo ven televisión .

Sabes ?? no estoy yo tan seguro de que realmente vivamos en ANARQUILANDIA .... porque el termino supondría que los eventos que se dan en nuestra sociedad carecieran de toda lógica , todo patron , en un sin sentido continuo , en una anrquia total ..... pero si lo miramos con detenimiento .. la nuestra ( sociedad) se asemeja más a un mundo como MATRIX ...en donde los ciudadanos son utilizados de manera exacta , precisa , donde todo esta finamente tejido ,ordenado .... todo funciona bien ..de una manera totalmente armnoniosa ,para los beneficiarios del sistema .
Asi , los robos se dan a todos los niveles ,nos roban en la calle , nos roban en la casa , no secuestran ..nos matan ... nos engañan ....algunos pagamos imuestos , otros pagan "cuotas " pero todos ..absolutamente todos pagamos a alguien.

este exquisito y refinado sistema de explotación es producto de años de perfeccionamiento por parte de los depredadores , y de una apatía aleccionada institucionalmente que les impide a los ciudadados despertar , tomar conciencia , y atreverse a "desenchufarse " de esta MATRIX que
nos "mantiene vivos" solo para seguir "alimentando" a los depredadores .

Crees que esta visión es exagerada ??? yo creo que no . Y lo que yo creo es que hasta que no haya suficientes individuos que esten dispuestos a tomar accion , la máquina seguira funcionando y los ciudadanos seguiremos "soportando " .

Y tu ?? estas dispueta a tomar acción ?