martes, 29 de marzo de 2011

¿Qué es para la mí la PNL?













¿Qué es para la mí la PNL?

La PNL (Programación Neurolingüística) es una práctica y un método que me permiten comunicarme mejor y a la vez mejorar mis relaciones en todos los ámbitos: personales, de negocios, intimas, indirectas.

Cómo lo logra, a través de una serie de herramientas que se enfocan en como me puedo comunicar de manera integral, incluyendo el lenguaje (las palabras), el cuerpo (lenguaje corporal), el inconsciente (las respuestas inconscientes que genero). En todo momento nos estamos comunicando de una y otra forma. La PNL me ayuda a poder enfocarme de manera aguda en todas las señales que me envía la persona con la quiero comunicarme y así saber si el mensaje que yo quiero transmitir llega o no de forma adecuada, en base a la respuesta que recibo verbal o no verbal.

Para poder enviar un mensaje de forma adecuada hay varios factores importantes a tomar en cuenta, principalmente la persona como un individuo único y con un mapa mental que está formado de sus creencias, su lenguaje y todo su ser, expresado de otra manera: poder identificar los lentes a través de los cuales esta persona ve su mundo.

Cuando yo aprendo a observar y a identificar este mapa, o de que manera la otra persona quiere/puede comunicarse conmigo, puedo crear puentes para mejorar esta comunicación y hacer que el mensaje llegue, aprendiendo técnicas para poder hablar en su lenguaje, en sus términos, dentro de su mapa (sistemas representacionales), esto con la finalidad honesta de crear una empatía (rapport) y poder llegar a sincronizarnos de tal manera, que el mensaje fluya y que la respuesta que recibo sea lo que yo intento al hacer una pregunta o pedir algo.

PNL nos enseña a observar de manera aguda estos mapas o sistemas representacionales para poder entender mejor si la persona con la que estoy interactuando está en ese momento utilizando un sistema visual, auditivo, kinestésico o bien si su lenguaje en ese momento está más inclinado a algún sistema en especifico. No hay absolutos en PNL, es un sistema fenomenológico y pragmático es decir solo cuenta mi observación para este momento presente en el que me estoy comunicando, para mañana la persona o yo pudiéramos utilizar otro sistema diferente.
Sin embargo hay tendencias y usualmente una persona se mueve mas cómoda en determinado sistema, sin significar esto que no puede aprender o utilizar otro si así lo decide.

En PNL existen varios marcos, filtros, o principios que nos ayudan a no hacer suposiciones y a estar abiertos a la exploración, a querer aprender y experimentar nuevas formas. Nos invita a atrevernos a cuestionar y por qué no cambiar nuestras creencias si así lo consideramos.
PNL me ayuda a saber si mis sistemas están funcionando como yo quiero (personal, afectivo, social, espiritual, profesional, evolutivo) y sino poder cambiar estos de manera que me funcionen mejor. Una de las herramientas increíbles que tenemos para lograr esto es nuestro lenguaje, cuidar de que manera me expreso para poder dar el mensaje exacto que yo quiero enviar, cuidar las palabras.

La forma en que expreso lo que estoy pensando o sintiendo, me ayudará a enfocar toda mi energía y esfuerzo en los objetivos, en las metas que quiero lograr.

Mi inicio en PNL


Hace dos semanas que comenzó la aventura, y digo una aventura porque descubrir la PNL- Programación Neurolingüística, pinta para ser toda una odisea.

El primer encuentro fue con recelo, con temor a mostrar, a ceder, a dejar que te seduzcan, a confrontar dirían por allí. Definitivamente no soy chica fácil, (bueno, depende).

Los encuentros siguientes me relajé y vaya que lo he disfrutado, con el respectivo discernimiento que es necesario en este momento de mi vida. El curso de PNL ha logrado hacerme sonreír y hacerme disfrutar.... aún no llegamos a las cuestas pesadas, los valles tenebrosos y las lagunas impenetrables.
Muy importante mencionar al equipo que me acompaña en esta travesía: mis compañeros.
Somos un grupo muy diverso y de muchas generaciones, lo cual nos enriquece, cuestiona y reta.

Para los teóricos como yo, el tener que poner en práctica lo que el cerebro presume de ser muy fácil, resulta que para el cuerpo no es tan fácil, y este re-aprendizaje y agudización de los sentidos, sí que sorprende.

En fin, este es el momento para los que estamos en esta aventura. Los fundadores, que ya los nombraré, las influencias como el blog de el sentido de la vida, gracias.


Algunos enlaces interesantes:
Centro Mexicano de PNL
El sentido de la vida
http://www.javiermalonda.com/

viernes, 25 de marzo de 2011

2011 - El vacío que pesa

Horas de pesadumbre y de tristeza
pasó mi soledad. Pero Cervantes
es buen amigo. Endulza mis instantes
ásperos, y reposa mi cabeza. - Rubén Darío-

El vacío que pesa

Sentirse pesado o estar apesadumbrado, según el diccionario tiene varios significados. Puede ser cuando sientes tu cuerpo muy pesado, usualmente en un día caluroso y sofocado, no se antoja hacer nada, la pereza se impone. Todo pesa.

También es la fuerza de gravedad de la tierra que hace que los objetos y toda la materia sigan atados a este planeta y no salgan disparados flotando por los aires.

Pero quisiera hablar de la pesadumbre cuando duele, cuando provoca desazón y cuando se genera un sentimiento por las acciones o palabras de alguien o propias, también cuando hay una riña y solo queda el disgusto.

Por qué pesan tanto las palabras cuando traen un mensaje que te lastima en lo mas hondo. Cuando sientes una puñalada casi literal en tu corazón

Creo que cuando afecto se quiebra, sí puede doler el corazón, tal cual. Nunca me ha dado un infarto pero a lo mejor se parece. Es un dolor tan intenso que no cabe en ti y lo contienes o lloras, porque ¡es tanto! que hay que sacarlo. Hay que expulsarlo sin misericordia. O será también algo de malicia y quiero compartirlo con lo demás, que les duela un poco, por qué sólo yo.

Pero después de este desgarramiento llega la pesadumbre, ese peso en el alma por las palabras que se escucharon o peor aún aquellas que se dijeron.

Esas con un mensaje que lastimaron todos los sentidos, desde el tímpano hasta la uña del dedo gordo. Esas que pesan como plomo, que no puedes quitarlas y las llevas cargando en el cuerpo, en cada célula, en la mente; en cada sinapsis neuronal, en cada inhalación.

Es pesadumbre, cuando nada puede cambiar lo que pasó, es un hecho consumado, solo queda vivirlo, cargarlo donde puedas, algunos en la cabeza, postura cabizbaja y mirada incapaz de levantarse, otros en la espalda como si fuera un mochila llena de cacharros viejos y aunque la cabeza se yergue, todo el cuerpo se nota pesado… ¡No puede más!

Hay eventos que me provocan pesadumbre, cuando perdí algo muy querido: la salud física, el ser amado, personas, relaciones, bienes materiales, bienes intelectuales, pesa su carencia, pesa tener que seguir caminando sabiendo que ya no están, y es curioso pesa lo que ya no está, lo que no tiene peso, lo que ya no existe.

Serán los sentimientos de lo que pudo haber sido, de lo que se quedó sin terminar, de lo que no se consumó. ¿Por qué voy cargando algo que ya no está, por qué el vacío, la nada pesan tanto? No hay gravedad que lo explique, quizás la no-materia, sea más pesada que la materia, no lo se. Y así entre divagaciones y pensamientos sigo cargando con lo que no existe, el agravio, la herida, la pesadumbre.